Visión: La historia de Hildegard Von Bingen

Nuestra opinión

Excelente realización de la directora Margarethe von Trotta. Destacan los planos secuencias y la puesta en escena de los personajes. Consigue una realización rítmica e intensa. Existe una buena dirección de actores. Una película intensa y algo oscura en su fotografía y contenido. Nos muestra a un padre superior malvado, egoísta, celoso, y cuyo fin para él solo es el dinero y el poder. La figura de los frailes «enemigos» no es en absoluto muy cristiana, lo que tampoco es muy positivo aunque parte de la historia es así. Al contrario, el confesor es una buena persona, y humilde, que la apoya y estará con ella hasta el final. Nos presenta a unos personajes muy humanos, con sus defectos y virtudes, lo que le da un gran efecto y como se revelan ante las dificultades como el pueblo de Israel con Moisés. Al igual, nuestra protagonista muestra un fuerte carácter que en ocasiones sorprende, pero la santa fue una mujer muy activa y de gran carácter. La música juega un gran papel, pues Hildegarda fue una gran amante de la música, y ve en ella el poder curativo del alma; la directora Margarethe no se priva de esta oportunidad en recrear las escenas llena de música. La película nos habla de la fuerza de voluntad y la fidelidad a Dios. Nos habla de la belleza y la naturaleza. No obstante, le falta un mayor sentido espiritual, y no explica demasiado las visiones que ve, aunque constantemente trabaja en escribir sus libros. Aunque hay dos puntos muy interesantes, podemos ver claramente en todo lo humano, que es Dios quien logra las cosas, que sólo somos herramientas, y no debemos creer que somos más de lo que somos, ni podremos salvar nuestra vida, sin Dios, aunque creamos que estamos trabajando en el huerto de Cristo. Esto lo vemos reflejado en una de las historias que es posiblemente la más intensa y la que nos hará más pensar. Ser humildes, ser fieles, estar al servicio de Dios. Y otro punto muy marcado es sobre la envidia.